De la tradición se ha de huir cuando se la ha conocido y exprimido bastante.
Es como tus padres o Jordi Pujol. El problema es que casi no se la conoce.
Entonces ocurre que se repite un modelo caduco esgrimiendo su supuesta actualidad y no se repara en que el anacronismo es mucho peor que el asesinato. Estar de espaldas a una época es peor que matar a un padre o a la tradición.